La Biennale di Venezia ha concedido premios a artistas desde su primera edición en 1895. El León de Oro fue establecido en 1938 y fue concedido hasta 1968, cuando fue abolido tras las protestas. Los premios fueron retomados de nuevo en 1986. Desde entonces hasta este año, en catorce ediciones, solo tres artistas han sido premiadas con el León de Oro: Hilla (junto a Bernd) Becher (1994), Marina Abramovic (1997) y Shirin Neshat (1999). Seis por su trayectoria: Agnes Martin (1997), Louise Bourgeois (1999), Carol Rama (2003), Barbara Kruger (2005), María Lassnig y Marisa Merz (2013), doblete que confirma la mayor facilidad en el ya habitual tardío reconocimiento a las artistas.
Comparativamente, hay muchas más artistas –un decena- premiadas como jóvenes revelación: Barbara Bloom (1988), Kathy Prendergast (1995), Pipilotti Rist y Rachel Whiteread (1997), Avish Kheberhzadeh (2003), Regina José Galindo (2005), la joven artista italiana Lara Favaretto (2005), Emily Jacir (2007), Nathalie Djurberg (2009), Klara Lidén (2011) y Camille Henrot (2013). Un premio importante pero menor, a la vista de su diversa influencia en las trayectorias de las artistas en este elenco, y que tampoco suelen difundir los media.
Además, seis recibieron menciones de honor: Marie-Ange Guilleminot y Mariko Mori (1997), Eija-Liisa Ahtila y Katarzyna Kozyra (1999), Lygia Pape (2009) y Sharon Hayes (2013). O bien, premios ligados a sus pabellones nacionales: Louise Bourgeois (Pabellón de Estados Unidos, 1993), Jenny Holzer (Pabellón de Estados Unidos, 1999) y Leone d’oro por la mejor participación nacional en el Padiglione Italia (Monica Bonvicini, Bruna Esposito, Luisa Lambri, Paola Pivi, Grazia Toderi) (1999). Así como “premios especiales” a Janet Cardiff (junto a George Bures Miller) y Marisa Merz (2001); y Premio illycaffè a Sam Taylor-Wood (1997).
En la desordenada lista de premios mayores y menores, institucionales y privados, desde 1986 a hoy en la web de la Biennale, se cuentan en total 117 artistas, de los que solo 36 son mujeres: 30’7 %.
En conjunto, a la vista de estos datos sobre premios, la edición más «femenina» fue la Biennale de 1999, la primera comisariada por Harald Szeemann, donde brillaron Shirin Neshat, Louise Bourgeois, Eija-Liisa Ahtila, Katarzyna Kozyra, Jenny Holzer y las artistas italianas Monica Bonvicini, Bruna Esposito, Luisa Lambri, Paola Pivi, Grazia Toderi. Y hasta el momento, podemos considerar la Biennale más «feminista» la comisariada por María de Corral y Rosa Martínez en 2005, cuando se premiaron a Barbara Kruger, Regina José Galindo y la italiana Lara Favaretto. O más bien, atendiendo al trabajo de unas y otras ¿no viene a ser lo mismo?