En la 56 edición de la Biennale di Venezia se ha concedido a la comisara estadounidense Susanne Ghez un Leone d’Oro Speciale por su actividad desarrollada a favor de las Artes. Se dice, además, que en su trayectoria siempre ha huido de la ostentación y de la autopromoción, convencida de que se debe valorar al artista y no al curator, convicción que ha transmitido al público y a numerosos jóvenes comisarios.
El premio ha sido propuesto por el curator de esta edición, Okwui Enwezor, conocido especialista en arte y teoría poscolonial y parece acorde con el sentido general de su posicionamiento, aunque de bienal en bienal Enwezor se haya convertido en uno de los agentes más poderosos del sistema del arte. ¿Nada más? Susanne Ghez ha logrado entrar en el selecto club de mujeres premiadas por la vieja Biennale, que en esta edición cumple 120 años. Gracias a representar el perfil bajo que tantas mujeres desempeñan en el sistema del arte. ¿Es esto lo que nos corresponde? Como en el caso de los artistas varones genios, la misma dinámica parece reproducirse en el caso de los curators. ¿Es este rol discreto el que el sistema del arte pretende que sigan reproduciendo las comisarias? Porque entre ellas, también hay divas, como Catherine David, comisaria de la ya mitica Documenta X.
Susanne Ghez es además, alguien de la casa. En 2013 empezó a trabajar en el Istituto d’Arte, como curator adjunta del Departamento de Arte Contemporaneo. Su último proyecto ha sido la exposición de la artista iraní Nairy Baghramian. Hace años descubrió y organizó las primeras muestras de Jeff Wall, Mike Kelley, Isa Genzken, Thomas Struth y Kara Walker, entre otros.
Durante cuarenta años trabajó como directora ejecutiva y comisaria jefe de la Renaissance Society, en la Università di Chicago,uno de los más antiguos museos de arte contemporáneo en Estados Unidos, comisariando más de 160 exposiciones. En 1970 comenzó a introducir al público de Chicago el trabajo de los artistas conceptuales Hans Haacke, Joseph Kosuth, Robert Smithson y Lawrence Weiner. En 1980, en la Renaissance Society se dieron a conocer artistas europeos, como Daniel Buren, Louise Bourgeois, James Coleman y Hanne Darboven, junto a muestras de destacados artistas estadounidenses como Nancy Spero, Mike Kelley y Dan Graham. En la década de los noventa, Felix Gonzalez-Torres y Kara Walker. Además, la Society ha comisionado inumerables obras y estancias patrocinadas de artistas como Michael Asher, Kerry James Marshall, Thomas Struth, Isa Genzken, Luc Tuymans, Shahzia Sikander, y Moshekwa Langa. Entre 2000 y 2014, organizó exposiciones de Pierre Huyghe, Joan Jonas, Feng Mengbo, Amar Kanwar, Yang Fudong, Joelle Tuerlinckx, Steve McQueen, Francis Alys, Allan Sekula, Rebecca Warren, Gerard Byrne, Danh Vo, RH Quaytman y William Pope. L.
Además, entre 1999 y 2002 fue cocomisaria de la Documenta 11. También ha formado parte del International Advisory Committee del Carnegie International, del Advisory Committee del MIT List Visual Arts Center y del Comité Asesor en el Museu d’Art Contemporani de Barcelona. Entre sus premios, es doctora honoris causa del Art Institute de Chicago y del San Francisco Art Institute. En 1996 recibió la ayuda para curadores de la Peter Norton Family Foundation y en 2002 el Premio Internacionale Curatorial Excellence del Center for Curatorial Studies del Bard College.